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Mis creencias
Creo en la educación respetuosa, que otorga a los niños mucha libertad dentro de unos límites bien definidos.
Creo que los expertos de los niños son ante todo los padres. La ciencia tiene su papel, pero el instinto parental es primordial.
Creo que la paternidad es el desafío más difícil al que podemos enfrentarnos en la vida, y que te empuja a cuestionarte constantemente a ti mismo. Este cuestionamiento permanente es un camino repleto de escollos, culpabilidad y "buenos consejos" de los allegados. ¡Es difícil ver las cosas en perspectiva cuando buscamos soluciones!
Creo que un padre puede ayudar a su hijo en el proceso de aprendizaje de la gestión de sus emociones. Aceptando y escuchando la expresión de sus emociones, le permitiréis aprender a gestionar mejor el estrés y las contrariedades con las que deberá lidiar a lo largo de su vida y, finalmente, a regular sus emociones por sí mismo.
Creo que todo esto es muy difícil de poner en práctica, sobre todo cuando no nos queda energía y tenemos los nervios de punta. Y luego somos seres humanos, con nuestras personalidades, nuestros límites y nuestra propia historia. Además, ¡no hay padres perfectos!
Mi papel es el de acompañaros, sin juzgaros, en esta etapa de vuestra vida, ayudaros a sentiros menos culpables y sobre todo a creer en vosotros.
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